Aprender otro idioma: una entrada a nuevas culturas.

Cuando tenía 14 años llegamos a una decisión difícil como familia y para una adolescente: cambiarme de escuela para ir a un colegio privado. Eso significaba alejarme de mis amigos, mi entorno habitual, mis hábitos de independencia que ya había adquirido y mi querido colegio. Muy nostálgica pensé que era lo mejor para mí, y si mis padres se estaban poniendo de acuerdo para ello era porque seguramente estaban pensando en darme un mejor futuro.

Luego de buscar colegios que tuvieran una estructura definida en aquel tiempo en cuanto a planes de estudio, actividades extracurriculares, nuestro presupuesto, idiomas…llegamos a un punto donde nada nos convencía y cada puerta que tocábamos si nos convencía de que el colegio donde estudié, siendo un colegio público, no tenía nada que pedirle a los colegios privados que visitamos. Decidimos entonces como familia que me quedara allí pero reforzar el área en la que tenían debilidad…inglés.

Con la ayuda de Dios y mis padres, a los 16 años estudié inglés en un centro de enseñanza del idioma de la localidad que me hizo descubrir…¡que amaba el idioma inglés! Fue una maravillosa inversión.


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Con este curso me di cuenta el mundo que se abría ante mis ojos: poder leer artículos en inglés; entender lo que otro me decía en inglés; entablar una conversación sencilla pero que me ayudara a comunicarme en otro idioma…¡WAO!. Y con este empecé animar a otras personas a hacer lo mismo, viendo el mundo de posibilidades laborales y culturales que se abrían.

Aprender otro idioma, como el inglés, abre las puertas a nuevas culturas y posibilidades laborales. Y en esta época de emprendimientos hace más productivo el tiempo de investigación, preparación y desarrollo de tu negocio ya que muchas de las fuentes de información a la hora de prepararse para emprender están en el idioma inglés.

Me encontré con tutoriales, aplicaciones, detalle de programas informáticos (¡de lo cual no sé casi nada!) en el idioma inglés, que fue necesario escuchar, leer, digerir, para luego aplicar en esta página que lees. Si, saber inglés abrió muchas puertas que hoy son necesarias para seguir desarrollándome profesionalmente.


La primera vez que viajé a los Estados Unidos fue un verdadero desafío, poner en práctica todo lo que había aprendido en vivo y a todo color…¡uff! ¡Fue como mi examen final! Pero fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida, aprender de otra cultura y hablar su idioma fue como tener un privilegio que definitivamente debo aprovechar cada día. Hoy día he tenido la oportunidad de dar tutorías de inglés y ganar dinero extra para nuestro hogar.

En conclusión, toma un tiempo para analizar tus finanzas, presupuestos, agenda, y no dudes en tomar la decisión de aprender otro idioma acorde a tus metas y objetivos. Es una inversión que te traerá beneficios a largo plazo.

¡Te deseo lo mejor en este paso! Dios te bendiga.

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