Luces, cámara, ¡acción!

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¿Has notado que en cada película de súper héroes las historias comienzan con la vida común y corriente de personas que luego descubren sus súper poderes y con todos sus temores y falta de experiencia deciden ponerse su uniforme, salir y poner en acción esos súper poderes que se les otorgó para ayudar a otros y desarrollarse como persona?

Una pregunta larga para la respuesta: ¡Si, si lo he notado!.

¿Te parece familiar con algo? ¿Con tu vida tal vez? No seremos súper héroes con una súper fuerza física o con una capa que nos ayuda a volar, pero si tenemos una fuerza interior que nadie más puede vencer que es la fuerza de voluntad, la capacidad de transformar tus intenciones en planes de acción, tus deseos en realidad. Y no, no es otra historia de fantasía o de películas, ¡es tu realidad! ¡El don con el que naciste! ¡El potencial con el naciste y has desarrollado con el tiempo!….¡o que a partir de hoy vas a desarrollar!  

Eres único…

            Permíteme decirte que todos hemos nacido con un don y talentos que nadie más tiene, puede que sean parecidos, pero no iguales. Aprovecha tu singularidad para ser diferente y destacar en lo que eres bueno. Cuando haces lo que te apasiona vas descubriendo ese don que se te regaló al nacer. Hay un pasaje bíblico que me encanta, dice que Dios nos escogió para cosas grandes desde el vientre de nuestra madre, me afirma que fui creada para un propósito maravilloso,  ¡y estoy segura que Él no quiere vernos en nuestra comodidad del hogar todos los días viendo TV! (Ojo!: siempre digo que esto no es malo pero tiene sus límites).

            Cuando se trata de escribir tu historia, cuando empiezas a vivir desde el momento que vas descubriendo tu propósito, parece que nos dijeran: “Luces, cámara… ¡acción!”. Es precisamente en ese ¡acción! Que a veces nos quedamos estancados. Tú tienes el poder para cambiar eso.

            En artículos anteriores escribía sobre intencionalidad para realizar las cosas, para alcanzar metas, objetivos, sueños. Tener la intención es un paso importante pero llevar esa intención a la acción es aún más importante porque es cuando te pone a trabajar. Una intención que no es llevada a la acción es un simple y bonito deseo.

            Cabe destacar que cuando tienes la intención de lograr algo y luego esa intención la conviertes en acción para realizar los pasos necesarios a fin de alcanzar ese objetivo: pones manos a la obra para investigar, ejecutar, planificar, hacer llamadas; empieza a despertarse en ti ese emprendedor que se va convirtiendo en una persona con independencia económica (en el caso de los emprendedores) o vas viendo tu sueño tomar forma, luego te conviertes en un empresario y vas viendo tu sueño hecho realidad, al final ves cómo has logrado superar temores y te has convertido en un héroe de tu propia historia. ¡Yay!

¿Qué logro con todo esto?

 En ese camino ¿qué puedes lograr?. Tendrás resultados como estos:

  • Cambio de mentalidad y de actitudes: de ser una persona pasiva te conviertes en una persona activa.
  • Descubres tu don, potencial, talento…porque claro, acostados en el sofá ¿cómo lo vamos a hacer? (es por eso que debemos poner límites con el entretenimiento que nos ofrecen)
  • Se despierta en ti esa persona con ganas de salir adelante y hacer algo diferente.
  • Vences miedos.
  • Te vuelves investigativo.
  • Adquieres y aprendes nuevos conocimientos.
  • Ganas experiencia.
  • Desarrollas tu potencial. (¿Ya lo dije? ¡Es que me encanta esta parte!)
  • Conoces y aprendes de personas que ya pasaron por estos procesos y sus experiencias enriquecen las tuyas.
  • Te demuestras a ti mismo que si podías, que siempre pudiste y que seguirás haciendo las cosas bien con esfuerzo y trabajo.  

Un último consejo

Y por último, por favor, un último consejo, cuando ya has decidido poner en acción todas esas intenciones que tienes para logar algo, has todo como para Dios, has todo para agradarle, has todo para sacar a tu familia adelante, para tener metas y objetivos en la vida, y no lo hagas para agradar a nadie, ni te imaginas lo desgastante que es eso. Y si en estos momentos lo estás haciendo, ¡detente!, no hagas nada para agradar a la gente. Tu trabajo, tu servicio, tu producto, tu esfuerzo hablarán por si solos. En eso concentrémonos. Querer agradar a todo el mundo todo el tiempo te anula a ti mismo, no te deja ser auténtico, no te deja ser tu mismo y te alimentará temores que bien puedes ir dejando atrás.

 Empieza a escribir tu historia de súper héroe donde tú mismo o tú misma ¡eres el protagonista!.

¿Listo?

LUCES,

CÁMARA….¡ACCIÓN!

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