Aprender otro idioma: una entrada a nuevas culturas.

Cuando tenía 14 años llegamos a una decisión difícil como familia y para una adolescente: cambiarme de escuela para ir a un colegio privado. Eso significaba alejarme de mis amigos, mi entorno habitual, mis hábitos de independencia que ya había adquirido y mi querido colegio. Muy nostálgica pensé que era lo mejor para mí, y si mis padres se estaban poniendo de acuerdo para ello era porque seguramente estaban pensando en darme un mejor futuro.

Luego de buscar colegios que tuvieran una estructura definida en aquel tiempo en cuanto a planes de estudio, actividades extracurriculares, nuestro presupuesto, idiomas…llegamos a un punto donde nada nos convencía y cada puerta que tocábamos si nos convencía de que el colegio donde estudié, siendo un colegio público, no tenía nada que pedirle a los colegios privados que visitamos. Decidimos entonces como familia que me quedara allí pero reforzar el área en la que tenían debilidad…inglés.

Con la ayuda de Dios y mis padres, a los 16 años estudié inglés en un centro de enseñanza del idioma de la localidad que me hizo descubrir…¡que amaba el idioma inglés! Fue una maravillosa inversión.


Photo by Ben Mullins on Unsplash

Con este curso me di cuenta el mundo que se abría ante mis ojos: poder leer artículos en inglés; entender lo que otro me decía en inglés; entablar una conversación sencilla pero que me ayudara a comunicarme en otro idioma…¡WAO!. Y con este empecé animar a otras personas a hacer lo mismo, viendo el mundo de posibilidades laborales y culturales que se abrían.

Aprender otro idioma, como el inglés, abre las puertas a nuevas culturas y posibilidades laborales. Y en esta época de emprendimientos hace más productivo el tiempo de investigación, preparación y desarrollo de tu negocio ya que muchas de las fuentes de información a la hora de prepararse para emprender están en el idioma inglés.

Me encontré con tutoriales, aplicaciones, detalle de programas informáticos (¡de lo cual no sé casi nada!) en el idioma inglés, que fue necesario escuchar, leer, digerir, para luego aplicar en esta página que lees. Si, saber inglés abrió muchas puertas que hoy son necesarias para seguir desarrollándome profesionalmente.


La primera vez que viajé a los Estados Unidos fue un verdadero desafío, poner en práctica todo lo que había aprendido en vivo y a todo color…¡uff! ¡Fue como mi examen final! Pero fue una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida, aprender de otra cultura y hablar su idioma fue como tener un privilegio que definitivamente debo aprovechar cada día. Hoy día he tenido la oportunidad de dar tutorías de inglés y ganar dinero extra para nuestro hogar.

En conclusión, toma un tiempo para analizar tus finanzas, presupuestos, agenda, y no dudes en tomar la decisión de aprender otro idioma acorde a tus metas y objetivos. Es una inversión que te traerá beneficios a largo plazo.

¡Te deseo lo mejor en este paso! Dios te bendiga.

Hablando un poco sobre….

Tomemos unos minutitos para hablar sobre: servicio al cliente en Panamá. Un tema de muchas opiniones pero que lastimosamente muchos de nosotros estaremos de acuerdo en una sola cosa: hay que cambiar, hay que mejorar, ¡urgente!.

Lo más curioso es que este mal data de años atrás y aún no se mejora. ¿Qué pasa?. ¿Será que las empresas no capacitan a sus colaboradores para que ofrezcan un servicio de excelencia? ¿Será que todos los que llegamos a solicitar un servicio ya sea en un restaurante, llamar a un número de “Servicio al cliente”, un almacén de cualquier rubro…somos groseros y muy exigentes? (Aunque esto no es justificación para ofrecer un mal servicio, al contrario.).

He llegado a la conclusión que no es falta de capacitación, no es que todo el mundo salga de su casa dispuesto a hacerles la vida de cuadritos al que ofrece un servicio o atiende en algún establecimiento, se trata de una cuestión de actitud personal. No tiene que ver ni siquiera con el sentido de pertenencia. Porque aunque no me sienta parte de una empresa o identificada con ella (y esto pasa mucho), yo tengo la responsabilidad de ofrecer un excelente servicio no sólo a los clientes sino también a mis compañeros de trabajo, jefes, etc, etc.

Photo by Louis Hansel on Unsplash

            El desarrollo o subdesarrollo de un país depende en gran medida de sus ciudadanos. Analice qué está haciendo usted para hacer crecer el uno o el otro. Si, allí desde donde usted está, desde donde usted trabaja, desde donde usted sirve a otros.

Mire este ejemplo: ¿La lluvia de qué se compone? ¿De una gota? ¿De dos gotas? No, son miles y miles de millones de gotas que forman un bajareque, una llovizna o una tormenta eléctrica con todo y granizo. Wowwww. Imaginémonos siendo esas gotas de lluvia, todas las personas como una gota de lluvia alineadas una al lado de la otra, haciendo fuerzas para crear un fenómeno maravilloso que beneficia la vida, cada una con una actitud de servicio al cliente excepcional y buscando el bien de los demás. Algo que empezará a cambiar las cosas. Que beneficiará tu trabajo y tu gestión en ese lugar. Que beneficiará tu casa. Que beneficiará tu comunidad. Que beneficiará tu país.

            ¿Quieres ser una de esas gotas? Dentro de los minutos que tienes día a día, invierte varios de ellos en ofrecer buen servicio, en resaltar a quien ha dado buen servicio. ¡Y te felicito! ¡Vamos que si podemos!. 🙂


Photo by Craig Whitehead on Unsplash